Por: MVZ Ángel Emmanuel Romero Roldán (omecega)foto: archivoLa inocuidad alimentaria ha tenido una mayor relevancia derivado al crecimiento exponencial de la población y como consecuencia la demanda de alimentos. Mejorar la calidad de los productos garantiza la seguridad alimentaria y la salud de los consumidores. Es por eso que en México la producción pecuaria impera la responsabilidad de ofrecer alimentos inocuos al consumidor a través de la implementación de medidas que reduzcan los riesgos de contaminación, supervisando la cadena de producción alimentaria y asegurando los sistemas de trazabilidad con la finalidad de producir y distribuir productos de calidad. Hay procedimientos que coadyuvan a reducir los riesgos de contaminación, estos se conocen como Buenas Prácticas Pecuarias (BPP); son un conjunto de procedimientos y actividades que se aplican en las unidades de producción de animales, con el objetivo de disminuir los peligros asociados a agentes físicos, químicos o biológicos, así como los riesgos zoosanitarios en los bienes de origen animal para consumo humano. En nuestro país la inocuidad está regulada a través de las disposiciones establecidas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Secretaría de Salud (SSA). El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) pone a disposición del público los manuales de Buenas Prácticas Pecuarias a fin de aplicar los sistemas de reducción de riesgos de contaminación en el siguiente enlace: En OMECEGA podemos llevar a cabo la evaluación del cumplimiento de las Buenas Prácticas Pecuarias y con ello poder emitir su certificado, asegurando la calidad e inocuidad de sus productos. fuentes:
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